martes, 24 de marzo de 2009

semilla de blogguerta


Ya casi son dos años desde la cosecha de la primera vuelta del maíz, dulce, Monsanto a mi pesar, pero orgánico. Eran nueve hileras, cada una con unas diez o doce matas, que (supongo, aún no se) crecieron menos de lo normal, florecieron de afán y botaron cada una mazorcas dulces, un poco agujereadas por un gusano café de tripas verdosas (y lo sé porque los espiché con furia botánica). Las recogí en una bolsa de plástico grande, unas las cociné a la brasa y otras en agua hervida para comer ahí, en el instante, mis amigos, mi novio, la pareja que cuidaba la finca, sus hijos y yo, yo con la cámara documentando lo único que no salió en las fotos: mi cara de orgullo. Con la cosecha de alverjas, me aseguré de poner la cámara en automático y posar con la gente de la finca y las arvejas.

Dos años después, de ir y venir y volver sin saber bien, otra vez vuelve la obsesión de sembrar.


 

1 comentario:

  1. With myself as centrepiece, doubly enforced by (i) my ironical placement in the background (background, the work behind the corn, the land beneath the weeds, the relations behind the photo, the real beneath or before the camera's reel) of the action shot and (ii) my just off-centre (another ironic remove which is thus[ly] an actual parallel) likeness or equality or metaphorical doubling of/to the stone pillar supporting the proscenium or centre or represented world in small. Note too the informal yellow shirt acting as glowing amber beacon, as reference point, as point in between, as ekphratic moment, as the narative before, the narrative to follow.

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