jueves, 19 de noviembre de 2009

Meet El Cacorro

Cacorro: aspersor de líquidos varios. Tez amarilla y altura limitada. Peso aproximado: 25 kilos.






No entendí el apodo de este útil hasta este fin de semana después de espacir tres cacorrados de EM al 5% en huerta y pilas de basura orgánica, a manera de experimento.


lunes, 9 de noviembre de 2009

Descubrimiento banal

Llegué el sábado casi a medianoche de Fuentedeoro, Meta con tres tesoros enmochilados: EM, semillas de estropajo y el estropajo mismo, tomado de la casa de un paisano que amablemente nos explicó el procedimiento para lavar el fruto del estropajo, sus usos, su altísimo valor comercial.



El EM es un caldo vivo de bacterias inventado por los japoneses pero fabricado en el Minuto de Dios para acelerar y mejorar el proceso de compostaje, proceso que aceleraremos y mejoraremos este puente con mi mamá, que llegó enérgica del exterior. Llegó también con una colección de semillas tomadas de tomates mexicanos amarillos, verdes y morados. Parece que el EM también se puede usar directamente sobre las hortalizas. Y también salva el alma (!)






Pero nada de esto merece el rótulo de “descubrimiento” (excepto el rollo de la teología de la ecología). Hallazgos, quizás. El descubrimiento ocurrió hace unos 8 minutos, mientras tomaba unas fotos pésimas de la quinua de mi terraza y de las albahaca-romero-yerbabuena adquiridas en la 24 con séptima: la huerta urbana se trabaja de noche y se riega de madrugada antes de salir a trabajar. (¿Y a qué horas se hace el puto blog?)








Mientras continúo el ajuste de la rutina, crecen a medias la lechuga y el tomate bogotano. La uchuva nada que germina (pero Juliana Descubrió, con D mayúscula, una mata de uchuva en su terraza) y la mora y curuba silvestre menos. En la finca, las leguminosas se han tomado todo y los pollos se siguen diezmando: ayer fetecuó un pollito en el aguacero torrencial.